Una exquisita receta de intenso sabor y aires italianos
La pasta es uno de los platos más populares, principalmente en Italia, el país que más consume esta receta elaborada con harina, agua, huevo y sal.
Ingredientes para dos personas:
- 200 ml de crema de leche
- 75 grs de queso de cabra
- 100 grs de queso crema
- 200 ml de caldo de verduras
- 200 grs de harina de trigo de todo uso
- 20 grs de sémola de trigo
- 2 huevos grandes
- 15 ml de Aceite de Oliva con Aroma de Trufas Negras Katankura
- Cebollín fresco
- Sal
- Pimienta negra molida
Para el relleno
Rallar finamente el queso de cabra, mezclar con el queso crema y una cucharada del caldo de verduras y salpimentar a gusto. Reservar.
Para la pasta fresca
Tamizar la harina sobre la superficie de trabajo y hacer un hueco en el centro (a modo de volcán).
Batir los huevos y el aceite de trufa en un bol y verter en el hueco. Remover con una espátula al tiempo que incorporamos la harina hasta obtener una masa homogénea.
Amasar 2 minutos, formar una bola y dejar reposar 10 minutos, engrasando la masa ligeramente con aceite de trufa para que no se forme costra.
Montaje de los raviolis
- Estirar la masa finamente, ya sea con un rodillo o con una máquina para pasta, espolvoreando con un poco de sémola de trigo duro para que no se pegue a la superficie de trabajo.
- Cortar en tiras largas de unos 6 cm de ancho.
- Colocar pequeñas cantidades del relleno a lo largo de uno de los laterales de las tiras de pasta, dejando un poco de separación.
- Doblar la pasta sobre la mitad con el relleno y presionar los espacios vacíos.
- Cortar con un cortapastas dentado para formar los raviolis y dejar secar 1 hora antes de cocer.
Terminación
- Hervir los raviolis en una cacerola con abundante agua salada y el resto del caldo de verduras durante 4 minutos aproximadamente.
- Escurrir y pasar a una sartén con la crema de leche y dar un hervor rápido de 1 minuto.
- Servir inmediatamente espolvoreados con cebollín picado.
Trucos
El relleno de los raviolis se puede variar al gusto usando otros quesos, preferiblemente suaves, añadiendo frutos secos picados o alguna hierba.
En caso de no querer hacerlos desde cero, los raviolis se pueden comprar frescos. Los hay de buenas marcas y calidades.
El caldo aporta un toque extra de sabor a la pasta. También se puede usar caldo de pollo o carne.
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